Algunas nociones sobre tasación de libros


  • Tasación de libros y de otros artículos impresos.
  • Hay muchas razones por las que conviene saber lo que valen los libros
  • El seguro de los libros.
  • Cómo pueden ayudar las bibliotecas a tasar los libros, documentos, etc.
  • Cómo dividir las bibliotecas heredadas, por divorcio, etc.
  • ¿Cuáles son los libros que pueden tener altas cotizaciones?
  • Deducción de impuestos por la donación de libros, documentos, etc.
  • Publicaciones que pueden orientar sobre los precios:
  • Factores a tener en cuenta para tasar los libros
  • Algunas obras y tipos de materiales bibliográficos especialmente significativos. 
  • En Internet no siempre es fácil encontrar la información que se busca sobre los libros.


Tasación de libros y otros artículos impresos.

 

Al intentar fijar el valor de un libro, es importante recordar que, como cualquier otro artículo de segunda mano o de anticuario, no tiene ningún valor absoluto. El valor comercial, cuando lo tiene, dependerá de un gran número de factores, incluyendo el estado, la edad, rareza, la demanda que tenga por parte de los coleccionistas, y otros muchos. Los libros no tienen necesariamente valor económico, aunque sean antiguos, o bonitos, o grandes.

 

Hay muchas razones por las que conviene saber lo que valen los libros.

 

Hay libros que están en el desván, o en la casa del pueblo, y puede ser que su contenido no interese en absoluto, pero sus propietarios, un día, se preguntan si valdrán dinero y si podrán venderlos. O puede ser  que se cambien de casa a una  más pequeña y no sepan qué hacer con los libros. Quizá quieran venderlos, pero si son obras que no valen nada, o casi nada, quizá quieran consejo para saber a quién pueden donárselos y no tener que tirarlos.

 

Hay libros que tienen gran valor sentimental para sus dueños, y por tanto no desearán venderlos, pero es frecuente que requieran trabajos de conservación. En este caso la tasación es necesaria para saber cuánto dinero puede invertirse en restaurar, es decir, qué clase de restauración es la apropiada en relación con el valor comercial.


El seguro de los libros

 

En España los libros no suelen asegurarse, por lo que, cuando hay un siniestro (incendio, inundación, robo), las compañías no pagan nada por ellos. En muchos casos las bibliotecas particulares tienen un valor comercial más alto de lo que sospechan sus propietarios, y es un patrimonio que también conviene asegurar, previa tasación.

 

Si desea asegurar sus libros,  necesitará comprobar que su compañía de seguros está dispuesta a hacerlo, y pedirles las condiciones y precios que vayan a aplicar. Es conveniente tener  una lista de los libros, o una fotocopia de las páginas de portada (título), fotografías, y asegurar individualmente al menos los que valgan más de 500 €. Si lo desea, puede pedirnos presupuesto a nosotros (Ver Seguro Bibliográfico):

 

Cómo pueden ayudar las bibliotecas a tasar los libros, documentos, etc.

 

Estas Instituciones no tasan libros para los particulares, pero pueden ofrecer una serie de informaciones de carácter técnico-bibliográfico que aportan datos que constituyen el punto de partida de la tasación comercial, que como hemos dicho debe ser realizada por un profesional especialista. En el caso de las valoraciones con el propósito de conservación también se puede pedir consejo a los especialistas en libro antiguo de las grandes bibliotecas, además de a los libreros anticuarios.

 

Cómo dividir las bibliotecas heredadas, por divorcio, etc.

 

En el caso de que sea necesaria la división de una biblioteca entre varios herederos, es necesario determinar el valor de cada obra u obras y luego formar lotes en base a su valor comercial. En ningún caso deben repartirse  las obras por número de volúmenes, o por el aspecto, o por la fecha, o por sorteo. Estos métodos de reparto garantizan que las divisiones serán injustas, por lo cual no son nada recomendables.

 

ubastas), etc. Las variaciones son a veces simplemente debidas a los cambios en el clima económico. Los precios de subasta son generalmente los precios al por mayor, es decir, los precios para libreros (los libreros somos los mejores compradores en las subastas, de aquí que enviar sus libros a subastar quizá no sea la mejor opción si quiere obtener el máximo por su biblioteca).

¿Cuáles son los libros que pueden tener altas cotizaciones?

 

Como guía muy general, no exclusiva, los libros que pueden tener una alta cotización en el mercado, incluyen:

 

cualquier libro impreso antes de 1830.

las primeras ediciones, o ediciones especiales de trabajos literarios o históricos importantes.

libros de alta calidad con ilustraciones de un artista de primera línea.

 

Deducción de impuestos por la donación de libros, documentos, etc

 

La Ley tiene prevista la posibilidad de que los contribuyentes puedan cancelar sus obligaciones tributarias también por medio de la donación a las Instituciones Públicas de libros antiguos, documentos, etc. Para ello, previamente, se debe llegar a un acuerdo con dichas Instituciones, previa tasación.

 

Publicaciones que pueden orientar sobre los precios:

 

No hay un valor fijo de los libros, o un índice establecido para calcular el valor del desgaste por años, como en el seguro del coche. Los precios pueden fluctuar dependiendo de muchos factores, por ejemplo el estado de conservación, la demanda concreta de esa obra, tema y/o autor en ese momento, la afluencia o no de público (en el caso de las s

 

Factores a tener en cuenta para tasar los libros

 

La información sobre cualquier libro impreso moderno se debe tomar de la página de portada (donde están el título, el año de impresión, el impresor, la ciudad, etc) o/y de su parte posterior (o "verso"), no de las cubiertas o tapas, ni del lomo, y debe incluir el nombre del autor, el título exacto del libro, el nombre del editor,  el lugar y la fecha de la publicación.

 

Fecha de la publicación. La fecha de la publicación se muestra  generalmente en la página de portada o en su parte posterior o, a veces en los libros antiguos, en  la última página (o colofón), aunque no siempre. Un libro no tiene necesariamente valor porque sea antiguo, y por el contrario, hay algunos libros de gran valor publicados en los últimos 50 años.

 

Edición. El número de la edición (1ª, 2ª, 3ª) se tiene en cuanta al valorar ciertos libros, pero sobre todo en autores literarios de primera línea. Si una obra es buscada por los coleccionistas, lo será generalmente en su primera edición. Sin embargo, es importante observar que se publican cientos de miles de libros, y todos tienen una primera edición. De todos ellos solamente algunos pocos llegarán a tener valor de mercado, en función de lo que se estime en un futuro al autor, la obra, etc.

 

Valor por asociación. Cualquier libro puede tener un valor adicional si presenta algún tipo de "asociación" con alguien o algo importante en virtud de llevar una firma, una dedicatoria, un ex libris, una inscripción, anotaciones, o pruebas de que perteneció a alguna biblioteca pública o privada de importancia.  

 

Estado de conservación.  La condición de un libro es de gran importancia en la determinación de su valor, y esto se aplica tanto a la encuadernación como al texto. Un libro no está en buen estado si está manchado o sucio, si la cubierta está floja o separada, si hay hojas sueltas o desaparecidas, si tiene rasgaduras, si le faltan láminas, si... Los bibliófilos siempre prefieren  ejemplares originales en buen estado. El mal estado detraerá considerablemente, o aún negará, cualquier valor que un libro pudiera tener en el mercado.

 

Sellos, firmas, ex- libris, super-libris y otras marcas de anteriores propietarios. Muchos libros antiguos llevan sellos de antiguos poseedores, que pueden ser personas físicas o bien instituciones (bibliotecas, instituciones religiosas), firmas o dedicatorias manuscritas, así como anotaciones de diverso carácter en cualquier parte de las obras. Los sellos sobre los libros no demuestran la propiedad de los mismos, aunque sí índican que en su momento estuvieron en poder de la institución o persona que estampó el sello (circulan muchos libros con sellos de instituciones que en su día vendieron, o regalaron, o abandonaron por diversas causas (desgraciadamente), los ejemplares, y que a su vez, en muchos casos, han pasado luego por las manos de diversos propietarios.

 

También pueden aparecer ex- libris superpuestos sobre la guarda, o super-libris estampados sobre las cubiertas (ambos son marcas de propiedad, que identifican al bibliófilo por medio de motivos alegóricos. Existe coleccionismo de ex- libris, casi siempre litografiados o grabados y algunos dibujados por notables artistas). Todas estas señales de la antigua vida del libro inciden sobre las valoraciones, bien en sentido positivo (dedicatoria realizada por una personalidad, por ejemplo, o un bello ex-libris), o bien en negativo (tachaduras, subrayados, "garabatos", anotaciones que no vienen a cuento, etc).

 

Valor. El valor de mercado de un libro, como el de cualquier otro producto comercial, depende de la oferta y la demanda. Aunque un libro sea muy raro o muy antiguo, tendrá poco valor de mercado si no hay demanda sobre él.

 

Precio. Si se han encontrado los precios en el ejemplar y el libro está en condiciones razonables, estos precios son indicativos, pero no significan que se mantengan para este momento, sólo que ejemplares similares fueron vendidos por tal o cual librería a tal precio en un determinado momento.

 

Rareza.  La cuestión de cómo de "raro" es un libro, y/o de cuántos ejemplares hay, por ejemplo, en España, es siempre de interés. Sin embargo, es difícil, si no imposible, contestar a esto con total certeza, aunque un librero anticuario puede  ofrecer consejo. De la mayoría de los libros no es posible averiguar cuántos ejemplares fueron impresos originalmente, todavía menos cuántos han sobrevivido. El hecho de que una obra solo  tenga algunos ejemplares conocidos, no significará automáticamente que tenga alto valor de mercado, puesto que el valor comercial lo provoca la demanda, que no siempre existe.

 

Restauración.  Con frecuencia se plantea el problema de si conviene restaurar una obra, lo que genera cuestiones sobre dónde puede ser hecha, por quién, cuánto hay que gastar en ello y así sucesivamente. (Pueden consultarnos en cuanto a esto; también proporcionamos a nuestros clientes nuestro servicio de Restauración y Reencuadernación)

 

Reencuadernación. Reencuadernar destruirá la condición original deseada por los bibliófilos, pero muchas veces es imprescindible por el alto grado de deterioro de la encuadernación, o su desaparición. (Pueden consultarnos en cuanto a esto, también proporcionamos a nuestros clientes nuestro servicio de Restauración y Reencuadernación)

 

Algunas obras y tipos de materiales bibliográficos especialmente significativos. 

 

El Quijote. La más emblemática obra de la literatura española, con miles de ediciones y publicaciones especializadas sobre Cervantes y su obra. Suelen tener valor las ediciones especiales o las impresas antes del fin del s. XIX.

 

La Biblia.  El libro más frecuentemente reimpreso en el mundo occidental es la Biblia. A menos que una biblia sea impresa por una imprenta privada, de la cual la biblia de las palomas (1903-1905) es un ejemplo, o a menos que esté encuadernada de un modo muy especial, es poco probable que tenga gran valor comercial si fue publicada después del siglo XVII.

 

Las ediciones raras e importantes son reconocidas fácilmente por los expertos: éstas incluyen la biblia de Gutenberg, considerada generalmente como el primer libro impreso usando los tipos móviles; la primera biblia en cada lengua; la primera biblia Polyglota; la versión Primera del Rey James, etc.  Aunque puedan tener valor sentimental,  muchas no tendrán valor comercial. Una excepción puede darse si el libro lleva la inscripción o la anotación de una persona destacada.   

 

Libros infantiles. Hay algunos catálogos y obras recientes que se ocupan de la literatura de niños.   

 

Mapas. Los mapas requieren conocimientos de especialista, pero suelen tener valor si están impresos con anterioridad al s. XIX.

 

Libros miniatura. Los libros en miniatura se han producido desde los días tempranos de la imprenta, pero se convirtió en una forma popular de producción del libro en el s. XIX. Tienen gran coleccionismo y muchos alcanzan altos precios.

 

Periódicos o Revistas.  Tienen valor los anteriores al s. XX en colecciones completas.

 

Coleccionismo de papel o efímeros. Aquí se incluyen todos los materiales impresos que generalmente no tienen formato de libro. Pueden citarse los carteles (de toros, de cine, de...), los cromos, los folletos de todo tipo, las cajas de cerillas, las felicitaciones navideñas, las tarjetas postales, etc, etc.

 

En Internet no siempre es fácil encontrar la información que se busca

 

sobre los libros antiguos, o, más frecuente, se obtienen demasiados datos, muy, contradictorios entre sí. Por estos motivos es necesaria la tasación profesional, que está capacitada para localizar las informaciones difíciles y ponderar las contradictorias:

 

Los bancos de datos disponibles son incompletos, puesto que por una u otra causa, todos son parciales, ya sean de precios, ya sean bibliográficos.

 

Es muy frecuente encontrar demasiada información en ciertos casos, con enormes diferencias de valoración entre ellos, de modo que más contribuyen a desconcertar al interesado que a informarle.

 

Es difícil consultarlos si no se es un experto.

 

Generalmente no se encuentran los únicos datos que de verdad interesan.

 

No se puede preguntar nada.